Contar con un detector gas en entornos industriales es una medida esencial para garantizar la seguridad de los trabajadores y prevenir riesgos graves. Los sistemas de detección de gas salvan vidas al alertar de fugas antes de que se conviertan en amenazas.

¿Qué es un detector de gas?

Un detector gas es un dispositivo diseñado para identificar la presencia de gases peligrosos en el ambiente, ya sea de manera fija o portátil. Estos equipos permiten actuar rápidamente ante concentraciones elevadas de gases tóxicos, inflamables o asfixiantes.

Detectan gases como monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO₂), oxígeno (O₂), metano (CH₄), entre muchos otros. La detección temprana evita accidentes, explosiones o intoxicaciones, sobre todo en industrias químicas, petroleras, alimentarias o de tratamiento de residuos.

Tipos de detector gas

Elegir el tipo de detector gas adecuado depende del tipo de gas, el entorno de trabajo y la frecuencia de exposición. Cada tipo de detector está diseñado para cumplir una función específica en determinadas condiciones.

Detectores portátiles

Son compactos, ligeros y permiten al operario desplazarse con ellos. Los detectores portátiles de gas ofrecen una protección individual en espacios confinados o áreas de difícil acceso. Pueden detectar múltiples gases simultáneamente, y suelen incluir alarmas visuales, sonoras y vibratorias. Son comunes en tareas de mantenimiento, inspección o intervención en lugares peligrosos.

Detectores fijos

Se instalan de forma permanente en un lugar determinado. Los detectores fijos de gas monitorizan de forma continua el ambiente y están conectados a sistemas de alarma centralizados. Son ideales para áreas con presencia constante de gases, como laboratorios, túneles, fábricas o plantas industriales. Además, pueden integrarse con sistemas de ventilación o corte de suministro automático.

Detectores de un solo gas

Diseñados para detectar una única sustancia. Este tipo de detector gas es ideal cuando se conoce con precisión el tipo de gas que puede estar presente en el entorno. Por ejemplo, para detectar exclusivamente amoníaco (NH₃) en cámaras frigoríficas, o cloro (Cl₂) en plantas de tratamiento de agua. Su uso es sencillo y su mantenimiento, reducido.

Detectores multigas

Son capaces de detectar simultáneamente varios tipos de gases. Los detectores multigas permiten protegerse ante distintos riesgos en una misma ubicación. Este tipo es especialmente útil en espacios confinados donde pueden coexistir gases inflamables, tóxicos y deficiencia de oxígeno. Además, ofrecen gran versatilidad para múltiples sectores industriales.

¿Cómo funciona un detector gas?

El principio de funcionamiento varía según el tipo de sensor que incorpore. Cada tecnología está orientada a la detección de determinados gases con mayor precisión.

Sensores catalíticos

Usados para detectar gases inflamables. El sensor catalítico mide el calor generado por la oxidación del gas sobre un filamento. Este tipo es sensible a gases como metano o propano. Son muy comunes en refinerías, gasolineras y plantas químicas.

Sensores electroquímicos

Ideales para detectar gases tóxicos como el monóxido de carbono o el dióxido de nitrógeno. Estos sensores generan una corriente eléctrica proporcional a la concentración del gas. Ofrecen gran precisión y tiempos de respuesta rápidos. Se emplean ampliamente en interiores, laboratorios o entornos cerrados.

Sensores infrarrojos (IR)

Utilizados para detectar gases como el dióxido de carbono o hidrocarburos. El sensor IR mide la absorción de luz infrarroja por parte del gas en cuestión. Son muy estables y duraderos, ideales para entornos con altas concentraciones o interferencias químicas. Su mantenimiento es bajo y su vida útil, larga.

Sensores de óxido metálico (MOS)

Son sensores semiconductores sensibles a una amplia gama de gases. Detectan cambios de conductividad en presencia de gases como el butano, el hidrógeno o el amoníaco. Aunque menos precisos que otros, son útiles para aplicaciones generales o como medida de apoyo. Suelen utilizarse en sistemas domésticos o de bajo coste.

¿Dónde se utilizan los detectores de gas?

Los detectores gas se emplean en múltiples sectores, donde la exposición a gases representa un riesgo. Su instalación es crítica para proteger la salud de las personas y evitar daños materiales.

• Industrias químicas y petroquímicas: para controlar gases inflamables y tóxicos.
• Plantas de tratamiento de aguas: para detectar cloro, ozono o gases sulfurosos.
• Sector alimentario: para detectar amoníaco en refrigeración industrial.
• Túneles y minas: para prevenir acumulación de gases peligrosos en espacios confinados.
• Laboratorios y hospitales: para garantizar la calidad del aire y la seguridad del personal.

¿Cómo elegir el detector gas más adecuado?

Antes de adquirir un detector gas, es importante analizar el entorno y los posibles riesgos. La elección correcta garantiza una detección eficaz y una intervención rápida en caso de emergencia.

Factores a considerar:

Un asesoramiento profesional puede ayudarte a elegir el mejor sistema para tus necesidades específicas.

• Tipo de gas: conocer qué gases pueden estar presentes.
• Condiciones ambientales: temperatura, humedad, ventilación, interferencias.
• Tipo de detector: fijo o portátil, de un solo gas o multigas.
• Normativas de seguridad: cumplir con las regulaciones y certificaciones exigidas.
• Mantenimiento y calibración: facilidad de uso, durabilidad y frecuencia de revisión.

Mantenimiento y calibración del detector gas

Para asegurar su eficacia, los detectores deben ser revisados periódicamente. El mantenimiento y la calibración regular son clave para mantener la precisión de los sensores. Cada fabricante indica el intervalo de calibración, que puede ser mensual, trimestral o anual. Además, algunos modelos incluyen autodiagnóstico y alertas de fallo.

Invertir en detector gas

Disponer de un buen detector gas es fundamental para garantizar la seguridad en entornos industriales donde se manipulan sustancias peligrosas. La prevención de accidentes comienza con una detección fiable, oportuna y adaptada al entorno. Invertir en sistemas de detección adecuados no solo cumple con la normativa, sino que salva vidas. La elección correcta del detector gas puede marcar la diferencia entre un entorno seguro y un accidente grave.